Nacido el 18 de noviembre de 1917, José Pedro Infante Cruz, familiarmente conocido como Pedro Infante, fue un ícono de la música y el cine mexicano.
Pedro Infante fue el tercero de los 15 hijos de la pareja conformada por Delfino Infante y María del Refugio Cruz. Proveniente de una familia modesta, tuvo que dejar la escuela para trabajar y ayudar a la familia. Antes de estudiar música, desarrolló varios oficios, como mandadero, barbero y carpintero, gusto que heredó de su padre, pero que aprendió a desarrollar con el carpintero Jerónimo Bustillos. Fue Jesús, el hijo de Bustillos, quien se convirtió en su primer maestro de música.
Le gustaba participar en concursos musicales y llegó a hacer pequeñas presentaciones con su banda. Incluso tocó en la orquesta que dirigía su papá. Pero de la mano de éste, fundó la orquesta La Rabia, con la cual padre e hijo se presentaban en bares y cantinas. Pedro Infante siguió estudiando guitarra y refinando su voz.
Pero no fue hasta finales de la década de 1930 que se mudó de Sinaloa hacia la capital, cuando María Luisa León, quien se convertiría en su primera esposa, lo persuadió de irse a buscar oportunidades para desarrollar una carrera artística.
En 1939, la emisora de radio local, XEB, le permitió iniciar una modesta carrera como cantante. Pero fue hasta 1943 que logró grabar su primer disco, titulado “Mañana”, éxito con el cual empezó a ser reconocido por el público.
Pedro Infante inició su carrera de actor, vinculada con la música que lo estaba dando a conocer. Lo contrataron para filmar la película “La feria de las flores”, donde el protagonista era Antonio Badú. Sin embargo, su simpatía y naturalidad conquistó al público y a partir de aquí comenzaron a llegarle muchas ofertas. El cantante se convirtió en un galán del cine nacional.
A partir de entonces, comenzó una racha ininterrumpida de películas, dentro de las cuales podía lucir sus dotes como cantante. Participó en más de 60 películas y grabó alrededor de 300 canciones. Su gran trayectoria lo hizo acreedor a premios como un Oso de Plata y un Ariel.
Aunque fue una gran celebridad y una de las personalidades mejor pagadas en su tiempo, el artista mantenía una vida humilde y sencilla. Sus personas allegadas lo describían como generoso y amable. Tenía una gran capacidad de conectar con la gente, dentro y fuera de la pantalla.
Asimismo, era reconocido como un hombre trabajador, que logró alcanzar la fama con mucha constancia y perseverancia, pero sin olvidar sus orígenes. Una buena parte de sus ingresos los destinaba a ayudar a personas con dificultades financieras o de trabajo.
Dentro de las actividades que le gustaba hacer, estaba la aviación. Fue precisamente en un accidente en el cual su avión se desplomó en Mérida, el 15 de abril de 1957.