Los adultos mayores suelen sentir soledad durante esta etapa de la vida. Un animal de compañía, como un perro o un gato, le pueden ayudar a aliviar la sensación de soledad, sobre todo cuando viven solos. Los adultos mayores que tienen mascotas experimentan menos estrés, las visitas al médico se disminuyen, estimula la comunicación, la memoria, la atención y favorece el contacto físico. Es por ello, que los adultos mayores pueden estar preocupados por sus mascotas ante la contingencia por COVID-19.
Está comprobado que los adultos mayores que tienen mascotas en casa, tienen mejor movilidad además de una sensación mayor de ocupación y bienestar. Incluso, existen investigaciones que demuestran, que los adultos mayores propietarios de mascotas enfrentan mejor y pueden superar la depresión con más facilidad, que quienes no tienen una mascota.
En la actual contingencia por COVID-19 es importante que los adultos mayores no abandonen a sus mascotas pues aún no existen evidencias científicas que comprueben que son una fuente de contagio. Por el contrario, las mascotas pueden ayudarles a los adultos mayores a sobrellevar de mejor manera la cuarentena por COVID-19, al mantenerlos activos y ocupados.
Existen rumores que afirman que el pelaje de las mascotas, como perros y gatos, pueden ser un vehículo de contagio de COVID-19. Sin embargo, expertos del Hospital Veterinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) mediante un comunicado, el Centro Veterinario, aseguró que el pelaje de perros y gatos no representa riesgo alguno de contagio de COVID-19 hacia las personas.
Dado que no hay evidencia científica que indique que el COVID-19 pueda infectar a los animales de compañía, tampoco existe evidencia científica de que éstos puedan contagiar a los humanos. Sin embargo, en caso de recuperación por COVID-19 de una persona en casa, se recomienda aplicar la medida de sana distancia con ellos. Las muestras de cariño y afecto a las mascotas de los adultos mayores se deben limitar. La higiene de los animales de compañía, como los perros y los gatos, debe tener especial atención.
Expertos indican que las mascotas aún no han presentado sintomatología con relación al COVID-19, por lo que no se ha podido comprobar si el virus les afecta, y de ser el caso, de la misma manera en que lo hace a los humanos. En el comunicado del Centro Veterinario de la UNAM informa que al virus le cuesta trabajo movilizarse y trasladarse entre las superficies rugosas, como el pelo de las mascotas. Sin embargo, en superficies lisas puede adaptarse mejor y contaminarlas más rápidamente, aunque todavía no se sabe por cuánto tiempo puede sobrevivir el virus en estas superficies.
Diversas autoridades como el Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona (COVB) o el Hospital Veterinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), incluso la propia OMS no han podido comprobar que los animales domésticos se contagian de COVID-19 o pueden trasmitir la enfermedad. Incluso en un caso registrado de un perro de raza pomeranian, no podría considerarse como factor determinante o evidencia del contagio animal-humano, debido a que no se le realizaron las pruebas correspondientes para conocer las verdaderas causas de la muerte y bien pudo fallecer debido a su edad.
Aunque no se han encontrado evidencias suficientes para confirmar que las mascotas pueden ser contagiadas por COVID-19 o ser portadoras del virus, habrá que tomar medidas básicas de higiene en su trato:
En caso de que el perro esté acostumbrado a dar paseos y no se cuenta con un jardín o espacio suficiente para que juegue o corra, el adulto mayor puede dar paseos cortos si aún se puede salir de casa y no presenta síntomas visibles de contagio. Algunas recomendaciones para sacar a pasear a los perros son las siguientes:
Todavía se desconoce mucho de la enfermedad por COVID-19. Sin embargo, como se ha dicho en reiteradas ocasiones, no existe evidencia científica que corrobore que los animales de compañía, como lo son gatos y perros, formen parte de la trasmisión de la enfermedad a los humanos y tampoco existen pruebas contundentes de que éstos puedan enfermar.
Actualmente existen registrados tres casos de mascotas contagiadas: 2 perros y 1 gato. Todos con dueños contagiados por COVID-19. En el caso de los perros, fueron asintomáticos, mientras que el gato presentó síntomas de enfermedad estomacal y respiratoria. Todavía se están realizando estudios para establecer de qué manera afecta el virus a diversos animales.
Por lo que se recomienda que los adultos mayores que presenten síntomas o sean diagnosticados con COVID-19 y sean dueños de mascotas, eviten el contacto con éstos con el fin de evitar un posible contagio de persona a animal. También es recomendable, en caso de no tener un cuidador provisional durante la cuarentena, que el adulto mayor adopte medidas básicas de higiene con sus mascotas mientras esté en cuarentena.
Existe el caso de un perro de raza pomerania que fue declarado como “positivo leve” a coronavirus, mediante una muestra de mucosa y saliva. Su dueña era una mujer radicada en Wuhan, China, quien había dado positivo a COVID-19. Inicialmente el perro no tenía síntomas cuando dio positivo leve y salió de cuarentena después de dar negativo a otras pruebas. Dos días más tarde murió.
Este caso llamó la atención de las autoridades sanitarias, pues se llegó a considerar que las mascotas podrían ser un foco de infección por COVID-19. Al perro se le practicaron varios estudios que arrojaban una infección por coronavirus, por lo que fue sometido a más pruebas para saber con certeza la causa de la infección. En estas segundas pruebas fue declarado negativo a coronavirus, por lo que se le permitió volver a casa con su dueña.
Aunque el perro murió, no puede ser considerado para determinar si las mascotas pueden contagiar los humanos. Dado que la dueña del perro no dejo que los médicos hicieran las pruebas correspondientes para comprobar que realmente muriera por contagio de coronavirus. También, habrá que tomar en cuenta que el perro tenía 17 años, lo que supera la esperanza de vida para esta raza que oscila entre los 12 y 16 años.
Un segundo caso de un perro contagiado por COVID-19 es un pastor alemán, también registrado en China. Este perro nunca presentó ningún síntoma de enfermedad y vivía con un perro de raza mixta que nunca contagio. Por lo que se descarta que incluso entre perros se puede contagiar el COVID-19.
Otro caso documentado de una mascota contagiada es el caso de un gato en Bélgica contagiado por el vinculo estrecho con su dueño. El gato presentaba síntomas de enfermedad estomacal y respiratoria. Mediante un estudio de sus heces fecales y vómito dieron la confirmación de contagio por COVID-19. Los expertos señalan que el contagio se dio de humano a animal, por lo que no es apegado a la norma. Las autoridades sanitarias de ese país lo consideran como un caso aislado, por lo que no deben considerarse las mascotas como fuente de contagio.
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Es una Institución de Gobierno Federal dedicada a brindar servicios de salud y seguridad social a la población con afiliación al Instituto. En el puedes encontrar GeriatrIMSS que proporciona atención integral al adulto mayor mediante atención especializada.
Visitas Médicas Domiciliarias. Son un apoyo que ofrece el IMSS a sus beneficiarios cuando no pueden asistir a una consulta en la clínica.
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) Es una Institución de Gobierno Federal dedicada a ofrecer asistencia en casos de invalidez, vejez, riesgos de trabajo y muerte para los trabajadores del Gobierno Federal.
Instituto Nacional de Geriatría (INGER). Promueve el envejecimiento saludable de la población por medio de la producción de nuevos conocimientos, difusión y su utilización. En él podrás encontrar información y servicios desde la prevención, rehabilitación y paliación de los adultos mayores.
Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) Es un Organismo Público Descentralizado cuyo objetivo es garantizar el bienestar del adulto mayor. En el puedes encontrar Centros de Atención Integral en donde se brinda a las personas de la tercera edad servicios médicos multidisciplinarios especializados en el primer nivel de atención.
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