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El mal de orín, también conocido como cistitis, puede hacerse presente en cualquier etapa de la vida, no solo en los adultos mayores. En la mayoría de los casos, este problema suele ser causado por la invasión de microorganismos en el tracto urinario, por lo que en realidad se trata de infección urinaria.
¿Quieres saber qué es bueno para el mal de orín, así como prevenirlo en ocasiones futuras? En este artículo abordaremos el tema de salud con profundidad.
El mal de orín es un término que se utiliza para denotar una infección urinaria, específicamente la infección en la vejiga, un órgano que sirve para almacenar la orina luego de que es producida por los riñones. El nombre de este padecimiento proviene de las molestias que genera al orinar.
La causa de esta enfermedad, como verás más adelante, pueden ser diferentes factores. Existen dos clasificaciones principales, la cistitis complicada y la no complicada.
La cistitis no complicada usualmente es una infección urinaria producida por bacterias como el E. coli, la cual habita en nuestro intestino y por la cercanía en los aparatos, esta migra a través de las vías urinarias y se aloja en la vejiga. Ocurre en la gran mayoría de los casos de mal de orín en mujeres.
Por otro lado, existen infecciones urinarias más severas, como en el caso de la cistitis en personas con riesgo de resistencia a los antibióticos, los cuales suelen ser mucho más complicados al padecer esta enfermedad.
La infección de vejiga suele ser en la mayoría de los casos no complicada, y se cura con antibióticos recetados por el médico.
Los síntomas de esta infección urinaria en el adulto mayor pueden variar en función a la gravedad de la enfermedad. Sin embargo, los signos más comunes son:
Esta enfermedad puede tener diversos orígenes y por lo tanto, el conocer la causa del mismo es primordial para definir el tratamiento. Si usted o el adulto mayor a su cuidado presenta alguno de los síntomas mencionados previamente, es importante consultar con un médico.
En la consulta con su médico de confianza, lo más seguro es que realice un interrogatorio para conocer la posible causa de la infección. Además, es posible es que el mismo le ordene unos exámenes de laboratorio que incluyan una hematología completa (examen de sangre) y un examen de orina.
Para el tratamiento de la infección urinaria, los medicamentos más utilizados son los antibióticos, entre ellos:
Con estos antibióticos es posible que los síntomas disminuyan en pocos días, pero el tratamiento debe completarse justo como lo indica el médico.
En caso de que se trate de una infección grave, se puede indicar la administración de antibióticos vía intravenosa.
Cómo esta es una enfermedad que puede aparecer por distintos factores, debe ser el médico quien diagnostique y trate apropiadamente la enfermedad. Sin embargo, actualmente existen ciertos remedios caseros que pueden ayudar a reducir sus síntomas así como también prevenirla.
Las espinacas, además de aportar hierro y energía al cuerpo, son capaces de curar el mal de orín. Esto lo logran gracias a que contienen antioxidantes, vitaminas y minerales con efectos muy beneficiosos que pueden combatir contra casi cualquier enfermedad. Para que el anciano pueda consumirlas se recomienda hacerles batidos o ensaladas con esta verdura.
El agua con limón es uno de los remedios caseros más efectivos para quitar el mal de orín. De hecho, si el abuelo bebe un vaso todos los días en ayunas, puede prevenir la aparición de la cistitis o, en su defecto, aliviar los síntomas de la misma. Lo que muchos no saben, es que esta bebida cuenta con vitamina C y antioxidantes propios del limón. Estos dos elementos son ideales para mejorar la salud del aparato renal e impedir que las bacterias se alojen en las paredes de la uretra.
Las propiedades del perejil se encargan de reforzar la función renal y eliminar los microorganismos por medio de la orina. Por esta razón, es un ingrediente fundamental para complementar el tratamiento para curar el mal de orín.
Para preparar esta infusión sólo será necesario hervir dos tazas de agua con un poco de hojas de perejil. Luego de que repose, se debe filtrar para retirar las hojas y que el anciano pueda beberla a lo largo del día.
Los arándanos son uno de los elementos más efectivos para curar el mal de orín y otras infecciones urinarias de este tipo. Ya que esta fruta contiene una serie de antioxidantes que, al igual que el limón, evita que las bacterias se almacenen en las paredes de las vías urinarias. En este caso se recomienda darle tres vasos de jugo por día al adulto mayor.
Tanto la manzanilla como la malva contienen efectos antiinflamatorios y antisépticos que son efectivos para curar el mal de orín. Además, como si fuera poco, también cuentan con un efecto depurativo para ayudar a que el organismo expulse los desperdicios y las bacterias.
Ambos ingredientes pueden prepararse en una infusión, ya sean juntos o por separado. Se aconseja prepararle dos o tres tazas al día y asegurarse de que el anciano mantenga el tratamiento hasta que los síntomas disminuyan.
La cola de caballo, java y vara de oro son tres hierbas que contienen una serie de propiedades medicinales cuya función principal es la de eliminar las bacterias que causan la infección urinaria y así curar el mal de orín. Asimismo, también ayudan a expulsar a estos microorganismos a través de la orina.
Para preparar este té se deben hervir 3 tazas de agua y agregarles una cucharada de cola de caballo, una cucharada de hojas de vara de oro y otra de té de java. Posteriormente se debe tapar la olla y dejar reposar esta infusión por unos 10 minutos. Cuando haya bajado un poco su temperatura, se puede servir en una taza y darle esta dosis al adulto mayor por lo menos tres veces al día sin añadirle azúcar.
A pesar de que el sabor de estos ingredientes puede no ser agradable para muchos, ambos se caracterizan por ser antibióticos naturales que sirven para eliminar bacterias y, por ende, curar el mal de orín. Por lo tanto, se recomienda darle un ajo machacado a la persona para que pueda ingerirlo con un vaso de agua. Mientras que para consumir la cebolla, primeramente se debe hervir por unos minutos y luego darle de beber el caldo. Estos dos remedios caseros pueden repetirse varias veces al día.
El mal de orín puede aparecer por dos motivos completamente distintos. Estos son:
Una de las causas principales del mal de orín son las infecciones bacterianas. Las mismas se originan cuando alguna bacteria que está fuera del cuerpo logra ingresar a él por medio de la uretra. Cuando esto ocurre, el microorganismo llega hasta la vejiga y comienza a multiplicarse rápidamente.
En el caso de las mujeres mayores, estas son más propensas a contraer este mal porque la uretra se encuentra muy cerca tanto de la vagina como el ano. Estas dos partes suelen ser una de las localizaciones más habituales de las bacterias, por lo que las mismas pueden llegar fácilmente a la vejiga a través de la uretra y causar la infección urinaria. Además de esto, luego de la menopausia ocurre una disminución en la producción de las hormonas femeninas conocidas como estrógenos, lo cual a su vez provoca que los tejidos vaginales y vulvares que se encuentran alrededor de la uretra reduzcan su densidad y, por ende, hace que las bacterias puedan acceder con mayor facilidad hasta la vejiga.
A pesar de que los hombres mayores son menos propensos a sufrir del Mal de Orín, las infecciones bacterianas en la próstata aumentan sus posibilidades. Por esta razón, es muy posible que un abuelo padezca este mal si alguna vez en su vida presentó dicha infección.
Como lo mencionamos anteriormente, las infecciones bacterias suelen ser la causa más frecuente de esta enfermedad. No obstante, también existen otros factores no infecciosos que pueden provocar la inflamación de la vejiga. Entre estos factores se encuentran los siguientes:
Actualmente existen muchos tratamientos con radiación para curar o aliviar los síntomas que produce la enfermedad inflamatoria pélvica en las personas de la tercera edad. Este método, a pesar de ser muy efectivo, en algunas ocasiones puede inflamar el tejido de la vejiga y así provocar el mal de orín.
Algunos medicamentos que son aplicados en los adultos mayores que reciben quimioterapia son capaces de inflamar la vejiga cuando sus compuestos son expulsados del cuerpo luego de su uso. Dentro de este grupo de fármacos se encuentra la ifosfamida y la ciclofosfamida.
En el mercado se pueden encontrar varios productos con sustancias químicas como los aerosoles de higiene femenina, los baños de espuma o los geles espermicidas. Estos productos pueden producir una reacción alérgica en algunos ancianos. Dicha reacción sería el detonante para el desarrollo de la inflamación de la vejiga, lo cual causa la cistitis.
El catéter puede hacer que el abuelo sea más vulnerable a contraer infecciones bacterianas o a que sus tejidos sufran daños. Especialmente cuando se utiliza por un tiempo prolongado.
Algunas veces el mal de orín puede surgir como una complicación de otra enfermedad. Un ejemplo de ello podrían ser los cálculos renales, la diabetes, las lesiones de la médula espinal o el agrandamiento de la próstata.
La duración de la cistitis dependerá de la gravedad de la infección y del sexo del anciano. Es por ello que la mujeres adultas tienden a sufrir esta afección de unos 2 a 4 días si se trata de un nivel leve. Por otro lado, los hombres mayores deben esperar un poco más para curarse por completo, aproximadamente entre 7 y 14 días.
Durante el tratamiento, los síntomas comenzarán a disminuir y la persona se sentirá cada vez mejor. En este caso, muchas veces los ancianos tienden a dejar el tratamiento porque creen que ya están curados del todo. Sin embargo, es importante asegurarse de que lo complete al 100% a pesar de que los síntomas hayan desaparecido. Ya que, si no siguen las indicaciones del médico, se interrumpirá el proceso de sanación y es muy posible que la infección vuelva a aparecer en un futuro.
Para prevenir la aparición del mal de orín o la cistitis, es realmente muy importante mantener una higiene adecuada. De esta manera se evitará que alguna bacteria pueda alojarse en la zona genital del anciano y, posteriormente, entrar a las vías urinarias. Para ello, se deben tomar en cuenta los siguientes consejos:
Las abuelas tienen más posibilidades de padecer infecciones en las vías urinarias o en la vejiga que los abuelos. Esto sucede porque, como lo mencionamos anteriormente, la uretra de las mujeres es más corta, por lo que la distancia que deben recorrer las bacterias hasta la vejiga es muy pequeña. Sobre todo, si cumplen con algunas de las siguientes características:
El sistema urinario, el cual está compuesto por los riñones, la vejiga, los uréteres y la uretra, es una parte muy importante del organismo. Esto sucede porque dicho sistema se encarga de eliminar los desperdicios del cuerpo. Para ello, los riñones deben filtrar los desperdicios del cuerpo y regular las concentraciones de estas sustancias. Luego de esto, los uréteres llevan la orina desde los riñones hasta la vejiga, donde permanecerá almacenada hasta que salga del organismo por medio de la uretra. Por lo tanto, si se presenta esta enfermedad y no es tratada a tiempo, el anciano podría desarrollar las siguientes complicaciones:
Una de las complicaciones de la cistitis es la presencia de sangre en la orina. Ya que esta enfermedad crea células sanguíneas en la orina que no son visibles a simple vista. A pesar de que se pueden eliminar con tratamiento, existen algunos casos donde luego de este proceso aún se siguen manteniendo en la orina. Esto es algo que ocurre con más frecuencia en los adultos mayores que hayan desarrollado el mal de orín por una terapia de radiación o quimioterapia.
La complicación más grave del mal de orín es la infección renal, debido a que esto puede causar un daño permanente en los riñones. La misma suele ser una de las complicaciones más comunes en las personas de la tercera edad que tengan una infección en la vejiga. Ya que muchas veces se suelen confundir los síntomas con otras enfermedades o simplemente se pasan por alto.