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Los problemas vasculares o los problemas en la circulación sanguínea son bastante comunes en los ancianos, por eso es importante saber cuando se está manifestando alguno, y así evitar cualquier complicación de ésta índole. ¿Quieres saber que tipos de problemas vasculares existen y cómo tratarlos y prevenirlos?
Los problemas vasculares, también conocidos como enfermedades del sistema circulatorio, son una serie de condiciones que se originan en el organismo y que afectan al sistema vascular. Dicho sistema está compuesto por una red de vasos sanguíneos del cuerpo donde se incluyen:
Cuando estas enfermedades se hacen presentes, el riego sanguíneo de algunos órganos o partes corporales disminuye. El nivel con el que disminuirá el flujo de sangre dependerá exclusivamente de la gravedad de la enfermedad y del vaso sanguíneo que esté afectado. Esto es algo que puede desembocar en grandes problemas para el adulto mayor. Ya que las células del cuerpo no podrán recibir una cantidad suficiente del oxígeno y los nutrientes que les aporta la sangre. Además de esto, también dificultan la eliminación de los desechos metabólicos del cuerpo, por lo que estas sustancias se pueden acumular y dañar al organismo.
Entre los distintos tipos de problemas vasculares que se pueden manifestar en los adultos mayores, se destacan los siguientes:
Se trata de las enfermedades que atacan a las arterias periféricas causan un estrechamiento en las mismas, provocando así que el flujo sanguíneo a las extremidades se vea reducido. Algo que provoca calambres y un gran dolor en la zona porque no se llega a satisfacer la cantidad de sangre demandada. Aunque por lo general se producen en las piernas, también suelen atacar a los brazos y los pies.
Esta enfermedad suele surgir como consecuencia de una acumulación de grasas y calcio en las arterias lo cual, como lo mencionamos anteriormente, causa el estrechamiento de las mismas. Dos de los factores de riesgos más comunes en este padecimiento son la edad avanzada y la diabetes, una condición que suele ser muy común en los adultos mayores. Además de esto, también pueden influir otros problemas de salud como el colesterol alto, enfermedades cardíacas, presión arterial alta y accidentes cerebrovasculares.
En caso de que este trastorno no sea tratado a tiempo y se complique en el futuro, es muy probable que se deba apuntar el pie o la pierna del anciano afectado. Esto sucede porque los tejidos pueden llegar a morir porque no reciben una buena cantidad de sangre para poder sobrevivir.
La hipoperfusión ocular crónica es una de las enfermedades circulatorias más comunes que atacan a los ojos. Dicho problema hace que el flujo sanguíneo a estos órganos se vea disminuido cuando existe un estrechamiento en la arteria carótida que se encuentra en el cuello. Además, para que este trastorno aparezca, también se ven implicados otros factores que son muy frecuentes en las personas de edad avanzada: diabetes, hipertensión arterial, enfermedad cerebrovascular o cardiopatía isquémica.
Un anciano que padezca de esta enfermedad puede comenzar a perder la vista de forma gradual o, en algunos casos, puede perderla por completo de un momento a otro si se trata de un problema muy grave.
En este caso, las enfermedades vasculares cerebrales se originan por una alteración en las neuronas que a su vez causa una reducción del flujo sanguíneo en el cerebro. De igual forma pueden producir una serie de alteraciones cerebrales que pueden desaparecer con el tiempo o mantenerse de forma permanente.
Dichos trastornos se clasifican en varios subtipos. Estos son:
Estos trastornos vasculares están directamente relacionados con la hipertensión y/o la arterioesclerosis. La primera de ellas aumenta la presión que ejerce la sangre sobre las arterias, mientras que la otra es capaz de crear una acumulación de grasas en las mismas. Ambas son muy comunes en los ancianos ya que el riesgo de padecerlas aumenta con la edad.
Este trastorno es el tipo más común de enfermedad cardíaca. La misma se origina cuando las arterias que se encargan de transportar la sangre hasta el músculo cardíaco se endurecen y se estrechan como consecuencia de una acumulación de colesterol u otros elementos en la parte interna de las paredes de la arteria. A medida que esta enfermedad vaya avanzando y se incremente la acumulación de dichas sustancias, la sangre comenzará a fluir con menor regularidad a través de las arterias.
Este problema hace que el músculo cardíaco no pueda recibir la cantidad de oxígeno o sangre que necesita. Si esta condición no es tratada a tiempo, el adulto mayor podría presentar ciertos síntomas o, hasta incluso, un infarto. Este último generalmente sucede cuando se forma un coágulo de sangre lo suficientemente grande como para interrumpir por completo el riego de sangre al corazón.
La vasculitis es una enfermedad que provoca que el sistema inmunitario ataque a los vasos sanguíneos del organismo por equivocación, algo que causa una inflamación en los mismos. Además, es capaz de afectar tanto a las venas como a las arterias y a los capilares. Cuando estos conductos e inflaman, pueden:
Esta afección hace que se acumule una gran cantidad de placa dentro de las arterias. Las placas básicamente son una serie de sustancias pegajosas que están compuestas por colesterol, calcio, grasa y otras sustancias de este tipo que se encuentran en la sangre. Si esta placa permanece con el tiempo, puede llegar a endurecer y angostar las arterias, limitando así el paso de la sangre rica en oxígeno.
Entre las causas de esta enfermedad se encuentran los siguientes trastornos que suelen manifestarse con mayor frecuencia durante la tercera edad: colesterol alto, presión arterial alta, triglicéridos altos, diabetes, artritis, lupus y hasta incluso por resistencia a la insulina.
Esta condición puede desencadenar en otras enfermedades mucho más graves en las arterias periféricas, coronarias o carótidas.
Las arterias carótidas son dos vasos sanguíneos con un tamaño más grande de lo normal que se ubican en el cuello. El principal objetivo de estos conductos es el de aportar sangre tanto a la cabeza como al cerebro. Dicha meta puede verse interrumpida por estas enfermedades, ya que las mismas son capaces de estrechar las arterias carótidas por una acumulación de placa o por un coágulo de sangre.
Es muy importante tratar este problema a tiempo para evitar un daño mayor en el organismo. Ya que si esta enfermedad se complica, puede bloquear por completo el paso de la sangre al cerebro y causar un derrame cerebral.
Los síntomas de los problemas vasculares varían según el tipo de enfermedad que presente el anciano. Por lo tanto, se pueden manifestar los siguientes síntomas según sea el caso:
A pesar de que la mayoría de los adultos que padecen de problemas vasculares en las arterias periféricas no manifiestan síntomas, en algunos casos se pueden presentar los siguientes signos:
Los problemas circulatorios en los ojos se caracterizan por síntomas como, por ejemplo:
Los signos más comunes en los problemas circulatorios del cerebro son:
Cuando las arterias coronarias se estrechan, el individuo puede manifestar algunos síntomas como, por ejemplo:
Dichos síntomas no se hacen presentes durante el inicio de la enfermedad cuando el flujo de sangre comienza a disminuir, sino a medida que la placa se siga acumulando en las arterias coronarias.
Los síntomas generales de este trastorno son:
La arteriosclerosis puede provocar algunos síntomas dependiendo de las arterias que haya afectada. Por lo tanto, los signos que produce son los siguientes según sea el caso:
A pesar de que en la fase inicial de estas enfermedades no se presenta ningún síntoma, a medida que va avanzando manifiesta algunos signos como, por ejemplo:
Es importante destacar que en la mayoría de lo casos es muy difícil detectar estos trastornos a tiempo. Ya que los síntomas suelen manifestarse cuando el problema empeora e impide el paso de la sangre al cerebro.
Se debe recurrir de forma inmediata a un médico en caso de que cualquiera de los síntomas anteriormente mencionados se hagan presentes.
Entre los distintos elementos que pueden contribuir a la aparición de cualquier problema vascular, se destacan los siguientes:
Los factores de riesgo que están relacionados con el padecimiento de los problemas vasculares pueden variar según sea la arteria que esté afectada. De forma general, las personas de la tercera edad tienen grandes posibilidades de presentar cualquier enfermedad de este tipo si cumplen con varios de los siguientes criterios:
Los adultos mayores que tienen diabetes o que consumen tabaco con regularidad, tienen grandes posibilidades de padecer de un problema vascular en las arterias periféricas. Esto sucede debido a que dichos factores son elemento clave para la disminución del flujo sanguíneo que causa esta enfermedad.
Si los problemas vasculares no son tratados a tiempo, el adulto mayor puede tener un riesgo muy alto de desarrollar ciertas complicaciones a raíz de estas enfermedades como, por ejemplo:
Entre las distintas pruebas que puede realizar un especialista para diagnosticar una enfermedad vascular, se destacan las siguientes:
Los tratamientos para estos tipos de problemas vasculares se centran en controlar los síntomas y detener el avance de la enfermedad para evitar el desarrollo de ciertas complicaciones. Para lograr esto, el adulto puede seguir un plan de tratamientos con medicamentos, realizarse una cirugía y cambiar algunos aspectos de su estilo de vida.
Los medicamentos más utilizados para tratar las enfermedades circulatorias son:
Estos medicamentos sólo deben ser administrados bajo vigilancia médica. Evite la automedicación.
Para solucionar los problemas vasculares se pueden recurrir a los siguientes procesos médicos:
Los cambios en el estilo de vida de la persona son un factor fundamental para aliviar los síntomas y evitar que las enfermedades vasculares progresen. Es por ello que se recomienda seguir los siguientes consejos:
Los ejercicios son ideales para ayudar a acondicionar los músculos y así poder utilizar el oxígeno de una forma más óptima, lo cual es un elemento clave para reducir los síntomas causados por los problemas vasculares en las arterias coronarias. Sin embargo, es de suma importancia hablar con un entrenador personal para elegir un plan de ejercicios adecuados para no sentir dolor alguno. Sobre todo si se padece de enfermedades circulatorias en las piernas.
En algunos casos se recomienda que las personas de la tercera edad asistan a un programa de rehabilitación de ejercicios para la claudicación en vez de realizar las sesiones por sí solas en el hogar.
El tabaco es uno de los principales elementos que se encargan de estrechar y causar daños en las arterias, por lo que es un factor que influye de gran manera en la aparición de estos trastornos. Además, también contribuye al empeoramiento de la enfermedad si se consume esta sustancia luego del diagnóstico.
Por esta razón, se aconseja dejar el tabaco para evitar ciertas complicaciones. En el caso de que la persona no pueda dejar de fumar por sí sola, debe hablar con su médico para buscar alguna ayuda.
Ciertos medicamentos para la gripe que se venden sin receta médica contienen una sustancia conocida como pseudoefedrina, la cual es capaz de estrechar los vasos sanguíneos y aumentar los síntomas de estas enfermedades. Esta sustancia se encuentra en fármacos como Aleve-D Sinus & Cold, Advil Cold & Sinus y otros.
Para mantener la salud del corazón, es importante seguir una alimentación con bajo contenido en grasas saturadas. Ya que de esta forma se evita el aumento de la presión arterial y los niveles de colesterol para que los problemas vasculares puedan mejorar y no empeorar.
La aparición de los problemas circulatorios se pueden evitar si se toman en cuenta algunos hábitos saludables como, por ejemplo: