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Puntos destacados
En México, según estimaciones de la CONAPO (Consejo Nacional de Población), existen alrededor de 12 millones 973 mil 411 de personas mayores de 60 años hasta el 2017. Esto representa poco más del 10% de la población total en el país. La Geriatría es una rama de la medicina que se encarga de atender a este grupo poblacional. Uno de sus instrumentos más útiles para su atención es la Valoración del Adulto Mayor en Enfermería, mejor conocida como Valoración Geriátrica Integral (VGI).
La Valoración del Adulto Mayor en Enfermería debe realizarse por lo menos una vez al año a las personas mayores de 60 años. Su principal objetivo es garantizar el bienestar del adulto mayor tanto física, mental y socialmente. Constituye un plan integral para la atención de los factores de riesgo o necesidades del adulto mayor que deban ser atendidos.
La Valoración del Adulto Mayor en Enfermería es una herramienta muy útil en la práctica médica que nos permite conocer las condiciones actuales en las que vive el adulto mayor. Con esta herramienta logramos identificar cualquier necesidad o factor de riesgo que deba ser atendido para mejorar las condiciones, calidad de vida y así mismo mantener la autonomía de las personas de la tercera edad.
La Valoración del Adulto Mayor en Enfermería evalúa cinco aspectos importantes para garantizar su bienestar: Médico-Biológica; Mental y Psico-Afectiva; Funcional y Socio-familiar. Éstos a su vez cuentan con evaluaciones específicas para dar un panorama global de cada ámbito.
Esta valoración nos permite conocer las condiciones actuales de la salud física del adulto mayor. Engloba aspectos importantes para la calidad de vida de las personas de la tercera edad como es el consumo de medicamentos, problemas de audición y visión, incontinencia urinaria y la condición nutricional del adulto mayor.
Se deben revisar todos los medicamentos que toma, ya sea por prescripción o automedicación, con el fin de identificar posibles interacciones medicamentosas y factores de riesgo. Diferentes estudios muestran que aproximadamente 90% de la población de personas de la tercera edad consumen cuando menos un medicamento, y de estos hasta un 12% consume 5 o más medicamentos. Los cambios fisiológicos relacionados al envejecimiento cambia la forma en la que los medicamentos se absorben y el organismo reacciona a ellos.
La Polifarmacia incluye medicamentos tanto homeopáticos, alopáticos y herbolarios. Una de las causas más frecuentes son los múltiples padecimientos del adulto mayor, que llevan al consumo de diferentes medicamentos y dosis mayores. Esto a su vez, incrementa el riesgo de reacciones adversas ante la combinación de medicamentos.
Se busca identificar los problemas de audición y visión. La disminución de la agudeza auditiva y visual repercuten en la vida social del adulto mayor se aíslan, su sociabilidad disminuye y su independencia funcional también se ve comprometida. El adulto mayor o la persona que está a cargo deberá informar si tiene dificultad para ver la televisión, leer o hacer otra actividad a causa de la disminución visual. Si necesita que le repitan constantemente las cosas o escucha la televisión con un volumen demasiado alto. De ser afirmativo cualquiera de las anteriores es necesaria la valoración del especialista.
Las principales causas de la pérdida de agudeza visual son cataratas, degeneración macular por envejecimiento, glaucoma y diabetes. Hasta un 18% de los adultos mayores presentan debilidad visual. La incidencia de la pérdida auditiva es del 25-40% en adultos mayores de 60 años. El 8.6% presenta tanto pérdida de la agudeza visual como auditiva.
Los problemas relacionados a la incontinencia urinaria también son evaluados aquí. La incontinencia urinaria es más frecuente en mujeres que en hombres, incrementa el riesgo de padecer infecciones en el tracto urinario, úlceras por presión, aislamiento, depresión, ingesta crónica de medicamentos, entre otros. Por ello es importante identificar la causa de la incontinencia, patológica o mecánica, para que pueda ser tratada eficazmente.
Mujeres:
Hombres:
Para valorar la condición nutricional del adulto mayor se debe considerar la situación socioeconómica, depresión, malos hábitos alimenticios, salud dental y deterioro cognoscitivo factores que influyen en la alimentación del adulto mayor. En México, entre el 1-4% de hombres y 1-5% de mujeres mayores de 60 años padecen desnutrición. Este pequeño grupo de adultos mayores deben ser valorados en el área de nutrición y evaluar las causas médicas, farmacológicas entre otras.
Esta es una Valoración del estado mental y cognitivo del adulto mayor. Cuando hablamos del estado mental nos referimos a las condiciones de depresión y ansiedad que pueden tener consecuencias tales como pérdida del apetito, baja autoestima, trastornos del sueño, entre otros. Por otra parte cuando hablamos de una valoración cognitiva nos referimos a una evaluación de las funciones mentales superiores tales como hacer cálculos, lenguaje, razonamiento y memoria.
Las funciones mentales se ven deterioradas por condiciones propias del envejecimiento, un deterioro cognoscitivo leve puede evolucionar a una demencia. De ahí la importancia de un diagnóstico temprano para un tratamiento temprano. En esta etapa de la Valoración del Adulto Mayor son necesarios cuatro evaluaciones para conocer su condición Mental y Psico-afectiva actual: Deterioro cognitivo, trastornos del sueño, depresión y delirium.
Para evaluar el Deterioro cognitivo es necesario hacer el Mínimo Examen de Salud Mental (por sus siglas en inglés MMSE). Este instrumento se aplica en menos de 10 minutos y en los resultados podemos identificar de forma temprana el deterioro mental y cognoscitivo del adulto mayor. Además de la aplicación de esta prueba, se deben descartar otras causas de deterioro cognoscitivo: depresión, fármacos psicotrópicos, deficiencia de B12, ácido fólico, encefalopatía secundaria a VIH, hipo e hipertiroidismo, entre otras.
Se recomienda la evaluación de posibles Trastornos del Sueño en el adulto mayor ya que las consecuencias clínicas de este conlleva a desorientación, delirium, somnolencia diurna, mayor riesgo de caídas y lesiones entre otras. Dentro de la evaluación se deben considerar como posibles causas del insomnio trastornos de depresión y ansiedad, así como el uso de algunos medicamentos como corticoides, antipsicóticos, diuréticos, fluoxetina, salbutamol, estimulantes de SNC, teofilina, entre otros. También es recomendable investigar el consumo de cafeína y alcohol por parte del adulto mayor.
Para la valoración de la Depresión en el adulto mayor se aplica la escala de de Yesavage, una prueba que consiste en 30 preguntas que se contestan con Sí o No, respecto al sentir del adulto mayor durante la última semana. En México 1 de cada 8 adultos mayores presentan síntomas de depresión, siendo mayor la población de hombres que la padecen. Existen algunos síntomas pueden ser indicadores de depresión: pérdida del apetito, peso, falta de actividades, somnolencia, irritabilidad y cambios constantes de humor.
El Delirium en adultos mayores está caracterizado por cambios fluctuantes en el estado mental y de la conciencia. Para detectarla es necesario hacer una Evaluación de Confusión (por sus siglas en inglés CAM).En esta prueba se debe responder a preguntas como: ¿Tiene dificultad para fijar la atención? ¿Le cuesta trabajo seguir una conversación? ¿Tiene alteraciones del pensamiento? ¿Conversaciones incoherentes? ¿Tiene ideas ilógicas o difusas? ¿Confunde a las personas? De presentar respuestas afirmativas a las preguntas se debe derivar con un especialista para su valoración.
Existen factores desencadenantes del delirium entre los que podemos encontrar: algunos fármacos como psicotrópicos, diuréticos, opioides, entre otros, dolor, privación del sueño, hipoxia, infecciones sistémicas y trastornos neurológicos son los más comunes.
El objetivo principal de la Valoración Funcional del Adulto mayor es evaluar su capacidad para realizar actividades cotidianas de la vida diaria de forma autónoma. También funciona como indicador de expectativa de vida: a mayor dependencia, menor calidad de vida tendrá el adulto mayor. Dentro de la Valoración Funcional del Adulto Mayor se hacen cuatro evaluaciones: Actividades Básicas, Instrumentales, Riesgos de Caídas y Riesgos de Úlceras por presión.
La disminución de la capacidad funcional de un adulto mayor es un fenómeno muy frecuente en esta población y en algunas ocasiones puede ser un indicador de alguna enfermedad aún no diagnosticada. La funcionalidad de un adulto mayor se refiere a la capacidad de realizar actividades de autocuidado de forma autónoma, es decir, sin la ayuda de terceros como lo son cuidadores y familiares.
El instrumento de evaluación que se utiliza para valorar la funcionalidad y la independencia del adulto mayor, es el índice de Katz. Algunos aspectos que mide este Índice son la capacidad para comer, contener esfínteres, asearse o moverse. Con el Índice de Katz se debe responder si puede realizar las actividades anteriores de manera independiente o no.
Cuando hablamos de Actividades Instrumentales nos referimos a la realización de actividades más complejas como salir de compras, utilizar un teléfono, preparar la comida entre otras. Para esta evaluación se utiliza la Escala de Lawton-Brody que mide la autonomía física del adulto mayor. En ella se valoran 8 rubros: capacidad para ir de compras, preparar comida, utilizar el teléfono, cuidados del hogar, lavar la ropa, utilizar el transporte, capacidad para controlar la propia medicación, y la capacidad de manejar el dinero. Cuando se detecta algún nivel de pérdida de capacidades de para realizar Actividades Instrumentales se recomienda que el adulto mayor asista a un programa de rehabilitación.
El Riesgo de Caídas es multifactorial y en algunos casos es síntoma de enfermedades. Cerca de un 20% de adultos mayores de 65 años tienen algún tipo de limitación física que fomenta las caídas. Para poder prevenir este riesgo en adultos mayores se deben conocer las causas de éstas, existen alrededor de 400 causas, entre las más comunes podemos encontrar: medicamentos con efectos sedantes, debilidad muscular, disminución visual, diabetes mellitus tipo 2, alteración de la marcha, hipotensión ortostática, movilidad limitada y factores ambientales como tapetes, escalones, áreas mojadas.
Para valorar el Riesgo de úlceras por presión se utiliza la escala de Braden que toma en cuenta seis aspectos para medir el riesgo:
La Valoración Socio-Familiar del adulto mayor nos permite conocer los recursos con los que cuenta, las redes de apoyo así como los factores de riesgo que necesitan atención. En esta valoración se hace uso de la escala de sobrecarga del cuidador de Zarit, que mide el grado de sobrecarga del cuidador, es decir, el tiempo que se le dedica al cuidado del adulto mayor.
La valoración va dirigida al cuidador, en donde debe responder a 22 preguntas con una escala de 0 (nunca), 1 (rara vez), 2 (algunas veces), 3 (muchas veces) y 4 (casi siempre). La puntuación final será el grado de sobrecarga del cuidador, las personas de la tercera edad que dependen más de sus cuidadores tienen menor expectativa de vida. También dentro de la Valoración Socio-Familiar del adulto mayor se deben identificar otros factores como: maltrato, abandono, abuso y aislamiento que conllevan a un deterioro y menor calidad de vida del adulto mayor.
El Cuidado Integral del adulto mayor se refiere a todas las intervenciones con el propósito de lograr una vida activa y saludable, por medio de la realización cotidiana de actividades físicas, educativas, recreativas, culturales y artísticas. Su propósito principal es estimular la funcionalidad física, emocional, mental y social del adulto mayor. Todas estas medidas se adoptarán a partir de los resultados de la Valoración del Adulto Mayor en Enfermería. Algunos de los recursos del Cuidado integral del adulto mayor son: la estimulación física, mental, emocional y social.
A partir de una Valoración Integral es necesario identificar cuáles son las disminuciones de la funcionalidad física del adulto mayor. Este grupo poblacional muestra una amplia gama de deterioro en las habilidades motoras, a causa de la disminución de volumen muscular y reducción de fuerza, disminución de la velocidad y destreza de la marcha, lo que conlleva a una discapacidad concomitante. El grado de discapacidad se relaciona directamente con la actividad física.
El ejercicio como parte preventivo del deterioro cognoscitivo y de la discapacidad, no siempre le funciona a todos los adultos mayores, es por ello, la importancia de una Valoración Integral para conocer las condiciones de salud actual del adulto mayor. Algunas veces el desempeño funcional puede indicar la necesidad de ajustar algún fármaco psicoactivo que pueda producir efectos adversos. Con un programa de mantenimiento físico con siete horas a la semana, mejora la expectativa de vida del adulto mayor hasta un 57% y muestra mejora en otras actividades físicas.
Las personas mayores que 65 años que han recibido entrenamiento físico muestran un mejor control de la marcha y del equilibrio, tienen menos miedo a las caídas, se presentan menos casos de depresión y su calidad de vida mejora significativamente en comparación de quienes no recibieron entrenamiento. Actividades sencillas como paseos a lugares cercanos a su casa o el baile de salón son recomendables para el adulto mayor y forman parte de la estimulación física.
Para mejorar el rendimiento en las actividades físicas y la duración del tiempo, se recomienda realizar diariamente 30 minutos de ejercicio e incrementar de manera gradual el tiempo en que se realizan estas actividades. Algunas Casas de la cultura, Centros Culturales o DIF municipales ofrecen talleres de baile de salón, acondicionamiento físico, zumba, entre otros para personas de la tercera edad.
La actividad física, como las antes mencionada, es un elemento de la vida activa de una persona del adulto mayor. Los movimientos dirigidos, es decir, como el tejido, el deporte, el baile o las manualidades, integran funciones sensoriales y cognitivas, además de las físicas. Un nivel alto de actividad física y mental ayudan a mantener la función cognoscitiva de los adultos mayores.
Actividades como mirar fotos, recordar o contar experiencias, leer el periódico o interactuar con las personas a su alrededor son parte fundamental de la Estimulación mental. La Terapia de Reminiscencia o del Recuerdo se basa en el relato hablado de las experiencias que el adulto mayor experimento solo o en compañía. Además de ser parte de la Estimulación Mental mejora el desempeño cognitivo, el estado de ánimo, se reduce la incidencia de demencia y se mejora considerablemente la calidad de vida del adulto mayor.
Para una adecuada Estimulación Mental es recomendable fortalecer las relaciones sociales del adulto mayor, realizar actividades como juegos de mesa, manualidades, tejido, rompecabezas, entre otros. Es recomendable acercar al adulto mayor a grupos de apoyo que favorecen el bienestar físico, mental y psicológico.
La actividad física, terapia ocupacional y relaciones interpersonales son factores que influyen en el estado de ánimo de un adulto mayor. Las condiciones negativas de una persona de la tercera edad con problemas de salud o discapacidad, merman la autopercepción, el estado de ánimo y la salud.
Es de suma importancia que desarrolle redes sociales en adultos depresivos, ya que favorecen apoyos e intercambios emocionales y cognoscitivos. La Estimulación Social mantiene al adulto mayor en constante conexión con el entorno, favorece las relaciones interpersonales, disminuye el deterioro cognitivo, mejora el estado de ánimo y la autoestima.
Es recomendable que todos los adultos mayores de 60 años se integren a grupos con programas de actividad mental y emocional, especialmente las personas de la tercera edad que presentan síntomas de depresión. Este tipo de grupos los puedes encontrar en Casas de la Cultura, Centros Comunitarios o en DIF municipales.
La Estimulación Social puede retardar el deterioro físico y cognitivo. Se recomienda fomentar entre los adultos mayores actividades físicas, como el ejercicio aeróbico grupal, modificar estilo de vida saludable, integrarse a grupos de apoyo y actividades de entretenimiento.
Como parte de la Estimulación Social se recomienda fomentar las relaciones interpersonales del adulto mayor con la familia, amigos y vecinos. Salir a visitar a algún amigo o vecino, pasear a la mascota o salir al parque representan actividades sencillas, que puede hacer sin ninguna dificultad y forman parte de la Estimulación Social del adulto mayor.
Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) Es un Organismo Público Descentralizado cuyo objetivo es garantizar el bienestar del adulto mayor. En el puedes encontrar Clubes de la tercera edad y Centros Culturales en donde se ofrecen diferentes talleres para los adultos mayores.
Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF) Es un Organismo Público Descentralizado que tiene como objetivos principales promocionar la Asistencia Social y prestar servicios en ese campo. Como parte de la Asistencia Social puedes encontrar diferentes talleres y servicios destinados a especialmente a personas de la tercera edad.
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Es una Institución de Gobierno Federal dedicada a brindar servicios de salud y seguridad social a la población con afiliación al Instituto. En el puedes encontrar GeriatrIMSS que proporciona atención integral al adulto mayor mediante atención especializada.
Evaluación del estado mental y emocional del adulto mayor. Organización Panamericana de la Salud.
La Escala de la Depresión Geriátrica