El corazón, siendo uno de los órganos más importantes del cuerpo humano, tiene diversas funciones que son vitales para el cuerpo humano, entre ellas mantener un latido constante. Si te has preguntado qué es la frecuencia cardíaca y cuál es el rango normal en adultos mayores, en esta ocasión podrás resolver esta duda y conocer aquello que puede afectarlo.
La Frecuencia Cardíaca, abreviada como F.C, está definida como el número de veces que late el corazón en un minuto. Es una de las funciones más importantes, ya que el latido del corazón hace que se distribuya la sangre por todo el cuerpo.
A grandes rasgos, del corazón sale sangre oxigenada la cual recorre todo el cuerpo humano dejando el oxígeno por donde pasa y recogiendo dióxido de carbono para terminar su trayecto por el cuerpo humano en el corazón. Ahí, el corazón bombea la sangre a los pulmones para intercambiar el dióxido de carbono por el oxígeno y repetir de nuevo su trayecto por el cuerpo humano. El número de latidos o del proceso de bombeo de sangre, es lo que mide la frecuencia cardíaca o también llamado pulso cardíaco.
Se ha determinado que la frecuencia cardíaca normal en un adulto debe estar entre los 60 y los 100 latidos por minuto mientras se encuentra en reposo, pudiendo haber algunos cambios por edad y la cantidad de esfuerzo.
Los rangos de la frecuencia cardíaca normal en Adultos son:
Edad | Latidos por minuto con 50 a 80% de esfuerzo | Latidos por minuto en 100% de esfuerzo |
30 años | 95 a 162 | 190 |
35 años | 93 a 157 | 185 |
40 años | 90 a 153 | 180 |
45 años | 88 a 149 | 175 |
50 años | 85 a 145 | 170 |
55 años | 83 a 140 | 165 |
60 años | 80 a 136 | 160 |
65 años | 78 a 132 | 155 |
Más de 70 años | 75 a 128 | 150 |
Si la Frecuencia Cardíaca se encuentra por debajo de los rangos normales se conoce como bradicardia y si se encuentra por arriba, se le llama taquicardia.
Es vital destacar que hay numerosas razones por las cuales la F.C de un adulto mayor puede encontrarse alterada; por lo cual es de especial importancia recordar que este valor se obtiene mientras la persona se encuentra en reposo.
Hay varios factores que pueden alterar el ritmo cardíaco an adultos mayores, por ejemplo:
También hay enfermedades que pueden alterar la frecuencia cardíaca en personas de la tercera edad como: anemia, fiebre, infartos previos, problemas en el nodo sinoauricular, ansiedad, desórdenes de la tiroides, enfermedad de Cushing, entre otras.
La Frecuencia Cardíaca es uno de los signos vitales más fáciles de determinar, no hace falta uso de algún aparato especial. Para checarla, solo necesitaremos un cronómetro y encontrar nuestro pulso cardíaco.
Existen dos zonas principales donde se suele checar el pulso cardíaco de una persona: en las muñecas justo antes de donde inicia la mano y en dirección hacia el pulgar se encuentra el pulso radial, podemos colocar nuestro dedo índice y medio para sentir el latir.
La otra zona se encuentra en el cuello, el pulso carotídeo, de manera lateral y por debajo de la mandíbula; este pulso puede sentirse ya sea de lado derecho o izquierdo.
Una vez localizado el pulso se debe iniciar el cronómetro mientras se cuenta el número de latidos sentidos. Es válido contar los latidos por 15 segundo y después multiplicar todo por 4 pero lo recomendable es contar durante 60 segundos completos los latidos sentidos.
Como se mencionó anteriormente, tener una frecuencia cardíaca normal no es indicativo de estar 100% sano, al palpar nuestra Frecuencia Cardíaca es importante que se encuentre en ritmo, si no lo tiene se le llama arritmia, al palpar una arritmia debemos acudir lo más pronto posible con nuestro médico para que explore más a fondo la causa.
Lo primero es rectificar que la frecuencia cardíaca se encuentra por debajo de 60 latidos por minuto, y si hay síntomas acompañantes, por ejemplo:
Es sabido que los adultos mayores sufren cambios degenerativos normales en el ser humano como la disminución de la vista o la audición, sin embargo, al momento de detectar una bradicardia debemos acudir al médico para determinar si es por enfermedad o cambio de la vejez.
Las personas que fueron deportistas de alto rendimiento en su vida tienen a tener bradicardias que suelen llegar hasta 40 latidos por minuto, en esta gente no se considera una enfermedad por lo cual es importante conocer si nuestro familiar tiene un antecedente relacionado al ejercicio.
Al momento de detectar una taquicardia es importante determinar el número exacto de latidos cardíacos y la situación en la que se encuentra nuestro familiar.
Si estuvo en un ambiente que le ocasionó emociones fuertes es importante calmarlo y volver a medir la Frecuencia Cardiaca esperando que esta haya disminuido.
En cambio, si observamos que nuestro familiar se encuentra inquieto o con dolor de pecho es imperativo llevarlo a la zona de urgencias más cercana.
Una arritmia nunca es algo normal en el ser humano y puede ser causada por factores como: anomalías en el nodo sinoauricular, infartos previos, desequilibrio de electrolitos, etc.
Al primer momento de palpar una arritmia hay que acudir con nuestro médico de cabecera o ir directamente con un médico cardiólogo. ¿Es grave? Sí, ya que una arritmia puede desencadenar otras enfermedades más graves, como un evento vascular cerebral.
Habiendo dicho esto, al palpar una arritmia no es razón para caer en pánico y correr al departamento de urgencias; lo que se debe de hacer es evitar emociones fuertes o sustancias estimulantes (café, bebidas energéticas y drogas) y visitar a nuestro médico lo más pronto posible.
En el caso de las bradicardias, una vez hechos análisis médicos y de laboratorio se determinará la enfermedad causante, usualmente en este grupo de enfermedades que causan bradicardias el tratamiento es colocar un marcapasos, el médico tratante determinará si se necesita tomar medicamentos.
Los eventos de taquicardia normalmente son espontáneos y que requieren atención inmediata, pues es el síntoma más común de un problema mayor.
Durante la exploración médica se hacen análisis para revisar la tensión arterial y el corazón (mediante un electrocardiograma) y dependiendo los resultados se podría iniciar fármacos para el control de la presión, frecuencia cardíaca y antiagregantes plaquetarios.
Por último las arritmias, al igual que las bradicardias y las taquicardias, requieren una exploración médica profunda, análisis de laboratorio y la realización de un electrocardiograma.
Dependiendo del tipo de arritmia el tratamiento varía desde procedimientos quirúrgicos y la toma de medicamentos para regular la frecuencia cardíaca.