Índice
Puntos destacados
Los signos vitales son una serie de indicadores que nos ayudan a saber el estado de salud actual del adulto mayor. Esto sucede porque dichas constantes están compuestas por algunos parámetros que reflejan el estado en el que se encuentra el organismo de la persona, por lo que son ideales al momento de detectar cualquier enfermedad o problema de salud.
Saber sobre qué tratan estos signos, cuáles son y en que momento se pueden ver afectados, es de gran ayuda al momento de estar a cargo de una persona de la tercera edad. Ya que durante esta etapa de la vida el organismo de los abuelos sufre ciertos cambios y, por ende, comienzan a desarrollarse alteraciones en su estado de salud, las cuales pueden verse expuestas en las constantes vitales.
Los signos vitales en adultos mayores, según la Organización Mundial de la Salud, básicamente muestran el estado de las funciones esenciales del cuerpo. Estas funciones van desde el ritmo cardíaco hasta la temperatura, por lo que el correcto funcionamiento de todo el organismo podrá ser comprobado a través de esta vía.
El personal médico puede observar, medir y vigilar las constantes vitales de la persona para así evaluar su nivel de funcionamiento físico y saber si existe alguna enfermedad. Esta evaluación debe realizarse de forma constante en los ancianos, debido a que es normal que sus signos cambien por la edad, peso, falta de ejercicio y otros factores comunes durante esta etapa de la vida.
Los signos vitales están compuestos por: tensión arterial, frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno, frecuencia respiratoria y temperatura corporal. Cada uno de estos parámetros tienen una función distinta y pueden afectar la calidad de vida del adulto mayor si no son controlados a tiempo por un personal médico.
La tensión arterial es una de las constantes vitales más importantes, ya que se refiere a la presión sanguínea. Los valores de este elemento pueden variar a lo largo del día dependiendo de la actividad física que realice el abuelo. Debido a esto, se recomienda tomar la tensión arterial por lo menos 3 veces al día para confirmar que todo esté bajo control.
Cuando se mide la presión arterial, se deben tomar en cuenta los siguientes valores:
Se considera que un adulto mayor sufre de presión arterial alta o es hipertenso cuando los valores de la tensión sistólica superan los 140 mm de Hg, mientras que la diastólica es superior a los 90 mm de Hg. En estos casos es importante recurrir a un médico lo antes posible para que lleve a cabo una serie de estudios que reflejen la causa de esta condición.
La frecuencia respiratoria es un signo vital que hace referencia al número de respiraciones que se realizan en un periodo en específico. Aunque la cantidad de tiempo puede variar, generalmente se contabilizan durante un minuto. Al estar relacionada directamente con el sistema respiratorio del adulto mayor, es ideal para obtener más detalles en personas con alguna enfermedad pulmonar.
Cuando el número de respiraciones superan las 20 repeticiones por minuto se estaría reflejando una taquipnea, una condición que puede surgir ante la falta de oxigeno. Si las repeticiones por minuto son inferiores a 12, entonces sería una bradipnea o respiración lenta.
La saturación de oxígeno es un parámetro mediante el cual se puede observar la cantidad de oxígeno que está presente en la sangre y, por ende, es de gran ayuda para evaluar el estado de salud de los ancianos con enfermedades respiratorias.
Las células sanguíneas necesitan recibir una cantidad adecuada de oxígeno para preservar su función y que así el organismo pueda seguir trabajando correctamente. En caso de que el valor de la saturación esté por encima del 90%, se estaría reflejando una hipoxemia o excesiva cantidad de oxígeno en la sangre que desencadena en un aumento de la frecuencia respiratoria y dificultad para respirar.
Si los valores son inferiores al 80%, se hablaría de una hipoxemia severa o insuficiencia de oxígeno en la sangre. De no ser atendida lo más pronto posible, el adulto mayor podría experimentar varios síntomas desde mareos hasta dolor de cabeza y fatiga.
La temperatura corporal forma parte de los signos vitales en adultos mayores. Esta constante se puede tomar en distintas partes del cuerpo, pero lo más común es medirla a través de la axila. Al igual que la tensión arterial, puede variar durante el día. De hecho, suele ser un poco más alta de lo normal por las noches.
Por lo general un aumento en la temperatura corporal es un síntoma claro que refleja la presencia de una infección o inflamación en el cuerpo de la persona. En este caso se mostraría como una fiebre cuando los valores superan los 38°C. Cuando la temperatura es inferior a los 35.8°C, se habla de una hipotermia que podría ser realmente peligrosa para la salud del abuelo.
El número de pulsaciones o contracciones que se producen por un minuto en el corazón son conocidos como frecuencia cardíaca. Esta es otra de las constantes vitales más importantes, ya que a través de ella se puede obtener un diagnóstico más rápido y acertado.
Los valores de este signo pueden cambiar durante el día o en ciertas situaciones que pueda experimentar el anciano. Un ejemplo de ello sería durante la actividad física o ante un susto repentino. Sin embargo, cuando la frecuencia cardíaca presenta valores poco normales por estos motivos anteriormente mencionados, las pulsaciones suelen normalizarse de forma rápida.
Cuando las pulsaciones llevan a más de 100 repeticiones por minuto se trata de una taquicardia, mientras que si son inferiores a las 60 pulsaciones es una bradicardia.
Los signos vitales en adultos mayores pueden ser medidos por un personal médico o en casa, ya sea de forma manual o con equipos diseñados exclusivamente para ello. Según la constante, se pueden evaluar de la siguiente manera:
Para conocer los valores de la presión arterial en los ancianos, es necesario seguir estos pasos:
Los expertos le recomiendan a las personas de la tercera edad que se tomen la presión arterial en varios momentos durante el día. Generalmente debe ser antes del desayuno y antes de la cena. Es importante estar en un ambiente tranquilo, con la vejiga vacía y a una temperatura agradable.
En el caso de la frecuencia respiratoria no es necesario utilizar ningún equipo. Para ello sólo bastará con observar y contar el número de ciclos por minuto colocando la palma de la mano sobre el tórax del abuelo sin ejercer ningún tipo de presión. Durante el proceso es necesario tener en cuenta los ruidos, el esfuerzo y el ritmo de la respiración.
Los valores de la frecuencia cardíaca se pueden tomar de forma manual a través del pulso periférico, el cual se basa en palpar la arteria de la mano dominante con los dedos índice y corazón. También se puede usar un estetoscopio, el cual debe ser colocado en el quinto espacio intercostal izquierda en la línea media clavicular.
Para tomar la temperatura sólo será necesario colocar el termómetro en una de las partes del cuerpo del anciano, como las axilas, el recto o la boca. En el mercado actual se pueden encontrar una gran variedad de termómetros como, por ejemplo:
Para medir la cantidad de oxígeno que hay en la sangre se puede hacer directamente desde casa con un dispositivo conocido como oxímetro. Sólo será necesario colocar el dedo índice de cualquiera de las dos manos dentro del equipo y esperar a que este arroje el resultado en la pantalla.
Una valoración normal en los signos vitales de los abuelos reflejan un buen estado de salud en el organismo del mismo. Por lo tanto, es importante conocer cuales son los valores normales de cada constante para así detectar cualquier anomalía a tiempo.
Según la constante, se considera que están dentro de un rango adecuado en base a los siguientes valores:
Existen algunos factores que pueden influir de manera negativa en los signos vitales de los adultos mayores. Algunos de ellos son causados por hábitos diarios, mientras que otros simplemente se desarrollan a causa de una herencia genética.
Entre las causas más resaltantes, se pueden destacar las siguientes:
A medida que la persona comienza a envejecer, los signos vitales pueden cambiar. Sin embargo, el nivel en el que esto interfiera en la vida del adulto mayor dependerá de que tan sano sea.
En el caso de la temperatura corporal, esta no suele cambiar con lo edad. No obstante, al organismo de los abuelos se les hace mucho más difícil controlar su temperatura durante esta etapa. Esto es algo que se presenta mayormente en las personas con poca cantidad de grasa debajo de la piel, ya que este elemento ayuda a que el cuerpo mantenga su calor.
Cuando una persona mayor hace ejercicio, la frecuencia cardíaca tarda mucho más tiempo en aumentar y disminuir el pulso. Mientras que la frecuencia respiratoria tiende a disminuir un poco con el paso del tiempo, pero los ancianos sanos podrán respirar sin hacer ningún esfuerzo.
Por otro lado, la presión arterial suele sufrir caídas repentinas, algo que provocaría mareos en el adulto. Sobre todo cuando se incorpora demasiado rápido o cuando se pone de pie. Además, durante la vejez aumenta la probabilidad de desarrollar presión arterial alta, también conocida como hipertensión.
También es importante destacar que el uso de algunos medicamentos que sirven para tratar ciertos problemas de salud en los abuelos, pueden afectar los valores normales de los signos vitales. Por ejemplo, el pulso puede verse disminuido en personas que consuman medicamentos para la insuficiencia cardíaca o para la presión arterial.