La artritis es la inflamación de las articulaciones que provoca dolor y rigidez, es común en la tercera edad. Existen diferentes tipos de artritis y cada una por diferentes causas. Puede ser por infecciones, enfermedades crónicas y, desde luego, por el desgaste natural del cuerpo en esta etapa. Los síntomas de artritis son: dolor, hinchazón, menos movilidad y rigidez. Actualmente la mayoría de los tipos de artritis no se pueden curar, pero se pueden realizar tratamientos eficaces para reducir el dolor. Este padecimiento produce, en mayor o menor grado, una discapacidad.
En este artículo hablaremos de los diferentes tipos de artritis y los síntomas que debemos atender para saber cómo tratarla. También veremos los diferentes tratamientos tanto médicos como de rehabilitación y las consecuencias físicas y mentales. Los adultos mayores que experimentan artritis pueden deprimirse al sentirse discapacitados para ciertas cosas.
¿Cómo reconocer los síntomas de artritis?
La artritis en las manos es la más común y también se presenta más en las mujeres que en los hombres. Como hay diferentes tipos de artritis los síntomas pueden variar, pero los síntomas generales son: dolor, tanto al mover las articulaciones, como en reposo. Inflamación de las articulaciones y rigidez de éstas, no se pueden mover además por el dolor que causa el movimiento. Si la artritis avanza hay deformidad de la articulación, se ven bolas en los dedos. También la masa muscular disminuye y hay debilidad, por ejemplo, ya no se puede abrir la tapa de un frasco porque duelen las articulaciones. Finalmente se pierde el movimiento de las articulaciones.
Estos síntomas de artritis son relativamente fáciles de reconocer a través de las actividades diarias. Ya no se puede sostener un objeto pesado en una mano porque hay dolor. Si la abuela teje ya no podrá hacerlo por demasiado tiempo porque le dolerán las manos. Después, manejar un cuchillo en la cocina para cortar carne o verduras duras será un esfuerzo difícil que también produzca dolor.
Si la inflamación de las articulaciones produce protuberancias o bolas estamos hablando de osteoartritis. Y si hay tal rigidez que los dedos no se enderezan la artritis es de tipo reumatoide.
Los diferentes tipos de artritis
Osteoartritis. Es el tipo más común de artritis y suele relacionarse con el envejecimiento o una lesión. Puede ocurrir en cualquier articulación pero generalmente se presenta en manos, rodillas, caderas o la columna. Este tipo de artritis desgasta el cartílago de las articulaciones. El cartílago es un tejido blando que cubre los extremos de los huesos de las articulaciones. En la osteoartritis los huesos se friccionan entre sí porque el cartílago ya no es sano y no absorbe el impacto de los movimientos. Esta fricción puede dañar la articulación de manera permanente.
Artritis reumatoide. Los síntomas de artritis reumatoide son los mismos que mencionamos antes y además puede afectar no sólo las articulaciones. También los ojos, la boca y los pulmones pueden padecer esta enfermedad que es autoinmune.
Artritis infecciosa. Es una infección que se ha diseminado desde una parte del cuerpo hacia las articulaciones. Afecta generalmente la rodilla, el tobillo o el pie. La infección puede haber empezado en la vejiga, en la uretra, la boca, la garganta o la piel. Los síntomas de esta artritis también pueden ser fiebre, cansancio y pérdida de peso.
Gota. Es un tipo de artritis dolorosa que se produce porque hay demasiado ácido úrico en el cuerpo. Generalmente se inicia en el dedo gordo del pie. El ácido úrico es un producto de desecho del cuerpo por descomposición de las proteínas que comemos.
Artrosis. Este tipo se caracteriza porque, además del dolor y de los otros síntomas de artritis, las articulaciones crujen al moverlas. En fases más avanzadas hay deformación y pérdida de movilidad. La artrosis o trastorno degenerativo de las articulaciones es una complicación a largo plazo de la artritis.
El diagnóstico
El primer diagnóstico de la artritis lo hará el adulto mayor cuando sienta dolor en las articulaciones. Después el médico hará el diagnóstico definitivo con preguntas como:
¿dónde tiene el dolor?
¿cuándo empezó?
del 1 al 10 ¿qué intensidad tiene?
¿dónde se localiza el dolor?
¿con que aumenta y con qué disminuye?
¿lo tiene todo el tiempo o sólo a algunas horas?
¿tiene otros síntomas como fiebre, boca seca, pérdida de peso, fatiga?
La siguiente parte del diagnóstico, además de los síntomas de artritis que el propio adulto mayor reconoce, el médico puede ordenar análisis de laboratorio o de imágenes. De hecho, con el cuestionario inicial al paciente, el médico ha empezado a diagnosticar qué tipo de artritis es. Sin embargo, para iniciar un tratamiento, necesita pruebas clínicas. Estos análisis pueden ser de laboratorio o de imágenes. Los de laboratorio son de líquidos corporales: sangre, orina y líquido sinovial, éste es un líquido de las articulaciones que las lubrica y amortigua los movimientos. El diagnóstico de imágenes puede ser a través de:
Radiografías. Con ellas se pueden diagnosticar la pérdida de cartílago y el daño en los huesos. Las radiografías también se usan para monitorear periódicamente la evolución de la enfermedad.
Tomografía computarizada (TC). Es una toma de radiografías desde muchos ángulos y muestran con más detalle los huesos y los tejidos que los rodean.
Resonancia magnética (RM). Es un estudio aún más preciso que produce imágenes detalladas de cartílagos, tendones y ligamentos.
Ecografía. Esta tecnología utiliza ondas sonoras de alta frecuencia y obtiene imágenes de tejidos, cartílagos y bursas Las burlas son unos pequeños saquitos pegados a las articulaciones que contienen un líquido viscoso. Las burlas son pequeños cojines entre los huesos, tendones y músculos que están alrededor de una articulación.
Es importante para el adulto mayor saber que estos cuatro estudios de imágenes no son invasivos, no necesitan anestesia ni producen dolor.
El tratamiento de artritis
La artritis no puede prevenirse, pero sí tratarse con medicamentos y con rehabilitación. Dependiendo del tipo y del grado de enfermedad hay diferentes maneras de controlarla para que el adulto mayor no tenga dolor y tenga movilidad. Es posible que el abuelo necesite probar distintos tratamientos o combinaciones hasta que encuentre lo que funciona para él. Básicamente el adulto mayor tiene que aceptar tener cuidado personal y tomar los medicamentos que recomiende el médico. También puede ser remitido a una fisioterapia y, en casos extremos, una cirugía puede reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Los medicamentos son analgésicos y antiinflamatorios principalmente y también los corticoides y los antirreumáticos, según las necesidades del adulto mayor. Reducir el dolor y la inflamación es lo que más necesita el paciente de manera inmediata. Además ayudan a conservar la fuerza y la función de las articulaciones y previenen la destrucción de las articulaciones y las deformidades. Estos tratamientos farmacológicos necesitan una vigilancia periódica del médico porque producen efectos secundarios diferentes. Éstos pueden ser desde trastornos estomacales y alergias hasta hipertensión o daño renal, sólo el médico puede decidir qué hacer en cada caso. Si estos efectos secundarios son intolerables se debe cambiar el medicamento o suspenderlo.
Muchas personas con esta enfermedad prefieren tratarla primero con fisioterapia, ésta puede ser por ejemplo con compresas de agua caliente y agua fría alternadas. Este tratamiento con diferentes grados de temperatura alternados se llama termoterapia. También existe el tratamiento de baños de cera parafina y baños farádicos. Estos últimos consisten en la aplicación controlada de corriente eléctrica en las zonas afectadas. Por último, la utilización de férulas es conveniente para corregir una deformidad y aliviar el dolor. Las férulas son de diferentes tipos, según la necesidad particular del adulto mayor y deben ser indicadas por un fisioterapeuta.
Recomendaciones generales para el paciente con artritis
El adulto mayor, en general, necesita cuidados de salud para tener una buena vida. El primero de ellos es la alimentación que, básicamente, es una alimentación sana para cualquier adulto. Comida variada rica en verduras y frutas, limitando el azúcar y la carne roja sobre todo si se padece de gota. Son muy recomendables los alimentos que contienen Omega 3, que son el pescado, las nueces y otras semillas, el aceite de oliva y los aceites vegetales para cocinar principalmente.
Además de la buena alimentación es necesario perder peso si se tiene sobrepeso porque eso reduce la presión en las articulaciones. El ejercicio regular es necesario para mantener flexibles las articulaciones, la natación es muy recomendable porque reduce la tensión de éstas. Sin embargo, cualquier tipo de ejercicio que pueda hacer el adulto mayor será bueno, siempre y cuando no le cause dolor. El uso de las compresas térmicas alternadas es un remedio para aliviar el dolor, que se puede usar en casa. También es necesario usar los dispositivos de asistencia como son los bastones, plantillas de zapatos, andaderas, asientos de inodoro elevados.
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En la página de Clínica Mayo encontrarás recomendaciones para quienes padecen artritis y también lo que debes evitar para no empeorar tu situación.
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